Recientemente rehabilitado, el palomar conocido en el pueblo como “el de Doña Vicenta”, es un edificio que por su tipología constructiva podemos datar en el siglo XVII.
Su planta cuadrada (200 m2), con pilares de ladrillo y cuarterones de tapial lo diferencian de los de tierra de campos, otra característica que lo hace singular es su pilar central de ladrillo, que sirve de sostén a la cumbre del tejado, repartiendo su carga hacia las cuatro esquinas, todas ellas rematadas por pináculos que sirven de referencia para sus moradoras.
Su orientación se ajusta a los cuatro puntos cardinales, en el interior encontramos tres muros de tapial; los tres tienen nichos por ambas caras desde una altura de un metro sobre el suelo, sumando todos ellos, unos 1.800 nidales, lo que hace que el Centro del palomar de Matapozuelos tenga una nutrida población de paloma bravía que nidifica de forma estable y está perfectamente integrada en el entorno.