Aunque no tenemos datos exactos sobre el momento en el que se construyeron la actual Iglesia de El Salvador y su esbelta torre, sobre la puerta podemos ver grabado en la piedra el año 1568, y en la parte alta de la torre, en uno de los escudos que sostiene uno de los niños que sirve de remate, la fecha de 1595, por lo que se cree que fueron estas las fechas de inicio y finalización de las obras, respectivamente.
Sin embargo, las bases de las columnas que forman este pórtico parecen proceder de una iglesia anterior –posiblemente del siglo XIII- de la cual apenas quedan restos ni noticias.
Posiblemente fueron las guerras con Portugal las que aconsejaron la construcción de este tipo de torres altas y sólidas, capaces de resistir asedios y ofrecer una magnífica atalaya desde donde vigilar adecuadamente la frontera.
En el interior destaca el retablo mayor de estilo barroco, su única y gran nave principal con arcos fajones apuntados, así como el alto y bajo coro, ambos abiertos con bóveda de crucería.