La torre Mocha, la otra conservada del castillo medieval, resulta menos elegante que la del Reloj. Mide unos siete metros de lado, es de mampostería concertada en alguna de sus partes, tiene sus esquinas reforzadas a soga y tizón, y está rematada con canes esquineros (vigas cuyos extremos sobresalen al exterior). Su construcción debió realizarse entre los siglos XIII y XIV y a lo largo del tiempo se le fueron adosando casas de poca entidad que distorsionaron su imagen. En 1987 la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, ante su estado de avanzado deterioro, llevó a cabo una restauración por el procedimiento de emergencia dirigida por el arquitecto Luis Carlos Gutiérrez Calatrava, que resultó modélica en cuanto a su rigor y tratamiento: consolidación de bóvedas y construcción de azotea para la evacuación de aguas, reparación de cerramientos exteriores e interiores, reposición de piezas y carpintería exterior y acondicionamiento del exterior y zonas de acceso.
Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1985.