Para completar el aspecto medieval que otorgan a Peal de Becerro sus torres mocha y del reloj, los restos de los muros de la cerca y el centro histórico de urbanismo orgánico, con calles empedradas y viviendas unifamiliares de dos alturas y huecos asimétricos y desiguales provistos de macetas y flores, hubiera sido deseable que se conservara su templo originario. Pero éste desapareció y sobre su solar se construyó en 1969 la iglesia parroquial de la Encarnación, con proyecto trazado y dirigido por Francisco Gutiérrez de Cabiedes.
La novedad del templo reside en que los lados del rectángulo de su planta se quiebran en forma de punta de sierra en sus laterales, con vidrieras iconografiadas con figuras humanas y de santos, mientras que en el frontal alternan las líneas rectas con las circulares y en la entrada se forma un triángulo para sobre él aposentar la torre.
El suelo es de terrazo; el altar, de granito; la torre, de ladrillo visto; la madera tiene presencia en la techumbre; y una gran cruz preside la fachada principal.