Espacio abierto frente a la portada de la iglesia y la activa calle Mayor. Se convirtió en el centro vital de Navarrete desde el siglo XVI.
En esta plaza se encontraba la fuente pública, la única intramuros, que pervive hoy en día junto a la escultura de una tradicional cantarera. Un homenaje a la popular faena que las mujeres de la localidad, ataviadas con el cántaro navarretano en la cabeza, siguieron realizando para el abastecimiento doméstico de agua hasta el año 1960. Por este motivo, fuente y plaza fueron el centro social de la localidad, donde se entremezclaban los chascarrillos, las conversaciones y los cortejos por parte de los mozos del pueblo.