Como en casi todas las construcciones de la época de origen musulmán, fue muy importante en su época como construcción defensiva. Años después de la expulsión musulmana y terminadas las luchas fue perdiendo su función por lo que fué abandonado, hecho que le llevó a su deterioro y posterior estado de ruina que aún conserva, agravado por la reutilización de sus elementos para la construcción de bancales, viviendas o corrales.

Entre los restos que se pueden contemplar actualmente, encontramos tres estructuras diferenciadas: dos torres y un aljibe, así como algunos tramos de muralla.

Una de las torres es de planta rectangular y presenta fábrica de mampostería irregular con abundante argamasa. La otra, también es planta rectangular y su pared sur presenta un zócalo de grandes bloques de piedra escuadradas de forma basta, y rematada por un tramo de mampostería irregular. Por su parte, el aljibe, es rectangular con cubierta abovedada, fabricada con piedras unidas con argamasa, en cuya parte superior central se localiza una especie de tragaluz que servía para juntar el agua de lluvia.

Existe un sendero de 1h 30’ dificultad media que se enlaza con el GR-36.