Descripción
Sádaba es junto con Ejea de los Caballeros, Sos del Rey Católico, Uncastillo y Tauste, una de las Cinco Villas de Aragón. Este nombre viene dado en la Edad Media cuando, los reyes aragoneses, les conceden y ratifican una serie de privilegios, exenciones y libertades a los habitantes de esta zona. Sádaba está dividida en dos por el río Riguel: En su lado derecho, sobre un montículo rocoso, se alza el castillo dominando la villa. En el siglo XV, el núcleo urbano se traslada a la margen derecha del río. Su ubicación responde a las posiciones de todas las villas del medioevo, aprovechando una pequeña elevación del terreno y la protección del río. El pueblo estaba rodeado por una muralla que se cerraba con seis puertas: el Portal de Romero, del Imperio, el Portalico, el Portal del Carmen, del Molino Viejo y El Portal, puerta principal que cerraba la calle Mayor. Sádaba posee un rico patrimonio histórico. Desde la época de los romanos a nuestros días, son importantes las muestras que podemos admirar. El mausoleo de los Atilios, s. II; "La Sinagoga", mausoleo romano del s. IV; Ermita románica de Puylampa, s. XII; castillo de Sádaba, el mejor ejemplo en España representativo del s. XIII. Su cambio de tipología, abandonando la disposición de torre “donjón” con amurallamiento, para convertirse en una especie de ciudadela torreada de fácil defensa, lo convierten en el mejor ejemplo representativo del s. XIII, no sólo de Aragón sino de toda España. Iglesia Parroquial de Santa María de Sádaba (s. XVI) está considerada por los estudiosos como uno de los edificios más bellos y perfectos característicos del gótico aragonés, imitado en todas los iglesias góticas construidas en la Comarca. Un paseo por su casco antiguo nos deleitará con sus grandes casonas, detalles góticos en ventanales y puertas, ricos aleros de madera y repujada labor en forja en sus balcones. El entorno natural ofrece un paraje diverso. El pantano de Valdelafuén sorprende por su flora (gran variedad de orquídeas) y fauna (riqueza de aves que habitan en el humedal). La tranquilidad de sus aguas y alrededores lo convierten en un bello paraje de espercimiento que permite la práctica de deportes naúticos, pesca, senderismo y bicicleta. La Bardena, que limita al este con la reserva natural protegida del término de Navarra, presenta un paisaje formado por la caprichosa acción geológica y climatológica. La vegetación y fauna está condicionas al entorno, clima, aridez del terreo, viento. En esta reserva faunística habitan abundantes especies de anfibios reptiles y aves.