Descripción
La ciudad de Borja, antigua Bursao, es una de las poblaciones más interesantes de Aragón y también, y por qué no reconocerlo, una de las más desconocidas. Municipio situado en la comarca Campo de Borja, en la provincia de Zaragoza, tiene un término municipal de aproximadamente 107 km2 en cuyos límites viven algo más de 5000 habitantes. La población, que posee el Título de Ciudad desde 1.438, cuenta con un rico legado histórico, fruto del paso de culturas tan diferentes como la celtíbera, la romana, la musulmana, la cristiana o la judía. En la actualidad, Borja es una ciudad dinámica y en expansión, que ha sabido conjugar la tradición con la modernidad, como queda patente en el propio conjunto urbano. Con una economía fundamentalmente agraria, basada sobre todo en la producción vitivinícola, Borja cuenta asimismo con una industria y un sector servicios incipientes, organizado en torno al pequeño-mediano comercio y a la promoción turística. Pero si bien es cierto que en estos últimos años su nombre viene ya sonando de manera continuada de la mano de los excelentes vinos de la Denominación de Origen Campo de Borja, es sobre todo a raíz del 'repinte' que una ciudadana de Borja hizo del Ecce Homo lo que ha puesto en el mapa nacional e internacional la ciudad de Borja. Pero aún con todo, los diferentes encantos y sitios de interés que esta población guarda intra muros sigue siendo para muchos una incógnita. Y es que pocos saben que Borja tiene categoría de Conjunto histórico-artístico por el número y calidad de edificios civiles conservados. Su cercanía al Parque Natural del Moncayo y a enclaves tan majestuosos del patrimonio aragonés como el Monasterio Cisterciense de Veruela, que alberga el Museo del Vino de la D.O., hace de Borja un lugar muy apetecible. Quienes hoy se acerquen y recorran las calles borjanas, seguro que se sorprenden por la existencia de una serie de edificaciones religiosas de indudable interés y un conjunto monumental verdaderamente importante, a base de edificios civiles construidos entre los siglos XVI y XVII, casas señoriales y palacios de grandes fachadas de ladrillo con las características típicas de las construcciones aragonesas de la época. En cuanto a las edificaciones religiosas, la Colegiata de Santa María, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), constituye el ejemplo más destacado, construcción que ha ido evolucionando a lo largo de los siglos debido a las distintas superposiciones de estilos arquitectónicos. Pero sin duda, uno de los elementos que caracteriza y da personalidad a Borja es su castillo, testigo silencioso de su pasado. Esa ‘joroba’ que se alza de forma imponente y desafiante sobre el actual casco urbano es la señal de identidad de la ciudad. Para los amantes de los museos, Borja dispone de importantes espacios expositivos. Sirvan como ejemplo el Museo Arqueológico, ubicado en la antigua parroquia de San Miguel, edificio de origen románico que posee restos de arte Mudéjar Aragonés (el Mudéjar Aragonés está declarado por la Unesco Patrimonio Mundial de la Humanidad), y cuenta con una valiosa colección de objetos que recorre la historia de esta tierra, desde el Paleolítico hasta los s. XVI_XVII, con una inscripción de origen hebrea encontrada en la judería de Borja, única en España; o el Museo de la Colegiata, una muestra de arte y patrimonio religioso que reúne obras de arte de todo tipo, como instrumentos antiguos, tallas de madera, orfebrería, lienzos, etc., destacando una extraordinaria colección de tablas góticas que formaron parte del gran retablo gótico de la Colegiata. En los alrededores de Borja, y para disfrutar del entorno natural que ofrecen estas tierras, lugares tan relajantes como la Estanca, un estanque en campo abierto, rodeado de vegetación que además de poseer un alto valor paisajístico es importante por ser lugar de paso y anidamiento de numerosas aves, y el Santuario de Misericordia, enclavado en una zona privilegiada de un alto, donde además de poder visitar la iglesia (con el Ecce Homo) y el caserón, un bello edificio casa-palacio, permite disfrutar de una excepcional vista de toda la comarca.