Descripción
Hablar de El Toboso, es hablar de la Patria de la “sin par Dulcinea”, de un lugar repleto de escenas quijotescas y rincones sorprendentes que te desvelan la grandeza, no solo literaria, sino también histórica, de este pueblo único y universal.
Los visitantes y los curiosos suelen venir a conocer de cerca la Casa de Dulcinea con la esperanza de encontrarla en las estancias de la bodega, los aposentos, la almazara, el palomar o en el corral. A pesar de no encontrarla no salen desilusionados, ya que la antigua casa de la Torrecilla es una verdadera joya de la arquitectura manchega que fue declarada monumento histórico artístico en el año 1980. Fue además la casa de Ana Zarco de Morales, la “dulce Ana” en la que dicen que se inspiró Cervantes para crear su ilustre personaje toboseño, aunque a veces la convirtiese en la aldeana Aldonza Lorenzo, tal vez en venganza por no ser correspondido el amor de nuestro genio de las letras. ¿Quién sabe?
Entre el patrimonio museístico también se encuentra el Museo Cervantino, que cuenta con cientos de “Quijotes” en más de 70 idiomas, muchos de ellos firmados por personas ilustres desde los años 20 del siglo pasado hasta hoy.
No podemos dejar de mencionar el Museo del Humor Gráfico, compuesto por la colección particular del ilustrador José Luis Mena, que incluye viñetas de otros grandes del género: Mingote, Forjes, Chumi Chúmez, etc.
Es altamente recomendable pasear por las calles y admirar las fachadas empedradas de sus casas manchegas centenarias y, sobre todo, la iglesia de San Antonio Abad con su imponente torre, que debió impactar a Cervantes al confundirla con palacio y pronunciar Don Quijote una frase mítica “ Con la iglesia hemos dado, Sancho”
De enorme belleza es su convento de las Trinitarias (XVII), definido a veces como el Escorial de La Mancha, y aunque menos imponente, es también interesante el convento de las Clarisas (XVI), donde podremos probar unos dulces monacales y disfrutarlos en un lugar entrañable, el rincón poético dedicado a García Sanchiz.
En cuanto a fiestas, destacamos su madrugador Carnaval, que es el primero que se celebra en España, y las Jornadas Cervantinas, que tiene lugar a finales del mes de abril y permiten al visitante teletransportarse a los siglos XVI y XVII y disfrutar de teatro clásico en plena calle, convirtiendo cada patio en un corral de comedias.
Si después de tanto paseo si nos entra el hambre, la oferta hostelera es muy amplia, pudiendo disfrutar de los excelentes vinos y quesos toboseños, así como del resto de la gastronomía manchega.
Finalmente, destacar la impresionante oferta de casas rurales del Toboso, todo un parque temático cervantino para el visitante en muchos casos, a lo que también suman otras comodidades como piscina, jardín y zona de juegos.