José Menese Scott fue uno de los grandes cantaores flamencos de La Puebla de Cazalla. Desde sus inicios en el Café Central y alumbrado por Francisco Moreno Galván, labró una trayectoria profesional y artística excepcional, siendo una de las figuras centrales del flamenco en la segunda mitad del s. XX y el más fiel ejemplar de la estética de lo jondo. La Plaza de la Trinidad, donde vivió el cantaor morisco, le rinde culto con un busto suyo, obra del escultor Eduardo Carretero, y una placa con el poema que le dedicó Blas de Otero.