Se construye en el siglo XIII como enclave de defensa en la frontera castellano-nazarí. Declarado Bien de Interés Cultural, estamos ante el único monumento de origen nazarí de la Provincia de Sevilla. A sus pies se encuentra la Fuente del Pilarillo, se cree que sus aguas brotan de un manantial situado en las entrañas del macizo rocoso, donde se erige el castillo. En esta fuente comienza un sendero habilitado para llegar hasta la mismísima fortaleza nazarí y gracias a su situación elevada regala a los ojos unas vistas de 360º que te harán disfrutar del vuelo del majestuoso buitre leonado y divisar las cabras montesas que habitan en sus riscos calizos.