Caserón que en su día fue residencia del Marqués de Villores, de planta baja, dos pisos en alto y "falsa", con un porche a la plaza de la villa que tiene dos arcos de medio punto en su parte frontal, con pilar de piedra de sección circular y capitel trabajado; en cada uno de los laterales tiene un arco de similares características.
Lo compró el municipio hace tiempo y tras ser restaurado, es actualmente el ayuntamiento.