Descripción
El insigne botánico Antonio José Cavanilles i Palop describía con las siguientes palabras su llegada a Les Useres a finales del siglo XVIII, en plena época de la Ilustración: “Saliendo de Figueroles y a dos horas se descubre la hermosa huerta de las Useras, regada con la fuente de la villa. Se ve cercada de montes àridos, y se prolonga por la garganta que ellos dexan: los campos estan en graderias, y los ribazos se aseguran con almeces, cuyas varas producen más de mil pesos cada año. Es tal la multitud de frutales y moreras en aquel recinto, que parece un frondoso bosque, cuyos claros verdean con las varias producciones de la huerta. Cogen anualmente 1200 cahices de trigo, 90 cántaros de vino, 80 arrobas de higos secos, 600 de algarrobas, 400 de aceyte, 2500 de frutas, y 250 libras de seda...” Más tarde, a principios del siglo XX, el gran historiador castellonense, Carlos Sarthou Carreres, en la mayor década de crecimiento poblacional de Les Useres, nos informa de la existencia de una fábrica de aguardiente, doce molinos aceiteros, siete harineros, la creciente industria del cáñamo (les espardenyes), cuatro posadas, tres casinos, una fuente pública, guardería rural y un albergue para transeúntes, todo ello para una población alrededor de los 4.000 habitantes. Ante semejante bullicio histórico, económico y demográfico, es de apreciar en el pueblo de Les Useres una importante muestra de vestigios que nos sumergen en un pasado brillante e intenso, su historia y sus costumbres nos hacen sentir uno de los lugares de mayor encanto de sabor ancestral guardado en el corazón de todo “userà”. Remontando a épocas prehistóricas, tenemos que mencionar los restos arqueológicos encontrados en la zona de la Ponsa, Mas d’en Retor y la Vila Vella, todos ellos situados junto a la Serra de la Creu, donde se pueden encontrar curiosas construcciones de piedra seca, con peculiares y gruesas paredes con piedras salientes que se cree tienen un carácter funerario. También se han encontrado otros útiles y cerámica que parecen propicios de la época de la cultura íbera. Durante el dominio musulmán se iniciaría la extracción de mineral de hierro en las Ferreries y en su fundición se haría el llamado Cagaferro. También se conserva toponimia de la época como las partidas de las Mesquites o la Atalaia, junto al importante sistema de riego de la huerta, que al menos debe de serde entonces. La conquista a manos cristianas fue efectuada por D. Ximén de Urrea, señor feudal aragonés, donde el rey Jaume I le concedió el 24 de julio de 1.233 los territorios de la llamada Tinença d’Alcalatén. La referencia más antigua a Les Useres la encontramos en la carta puebla de Xodos, datada el 17 de junio de 1254, en una copia de 1275, hecha por el notario Pere Ferrer de Les Useres, ya que Les Useres no posee carta puebla. La casa de los Urrea incorporará el título de Conde de Aranda en 1475 con D. Lope Ximén de Urrea, y ya en la época de Carlos III, el décimo conde de Aranda fue su primer ministro, etapa en la que se construyó la Font dels Llavadors o de Baix. Será a lo largo del siglo XVII cuando se inicia la gran transformación urbanística con la iglesia parroquial, la ermita de Sant Antoni (hoy del Crist de l’Agonia), y de numerosas casonas solariegas que se extienden a lo largo del viejo casco antiguo de la población. En primer lugar, mencionar la iglesia parroquial de Les Useres dedicada a la Transfiguración del Señor en el Monte Thabor, donde la piedra de fundación(después de la iglesia primitiva gótica que fue derruida) fue puesta el día 9 de noviembre del año 1614 (efemérides que celebraremos el 400 aniversario del año 2014 al 2015) por el Obispo de Tortosa, Alfonso Márquez de Prado, natural de la población segoviana del Espinar, y después fue obispo de Cartagena. Para su construcción se aprovecharon las ruinas del antiguo castillo de Les Useres. El edificio es de una nave con sistema de nervios cruceros en la cubierta, así como en las diferentes capillas. La fachada principal tiene un impresionante relieve