Ubicada en la cima del monte de San Cristóbal, rodeada de abundante vegetación lo que le confiere un espacio privilegiado y hermoso, con unas impresionantes vistas. Unos 2km la separan del núcleo poblacional. Construida en los primeros albores del gótico valenciano medieval (en la transición del románico al gótico) entre sus ruinas encontramos muros de mampostería, en uno de los cuales encontramos una puerta con arco de medio punto formada por grandes dovelas. Lo más característico de la ermita son los arcos de diafragma que se mantienen en pié, desafiando la gravedad y el tiempo, construidos con buenos sillares, nos adelantan que se trataba de una nave única de planta rectangular y baja, típica de esos tiempos medievales. Por lo que, sobre sus arcos apuntados seguramente sostenía una techumbre de madera. El uso de éste tipo de arquitectura y material podría deberse a la economía y facilidad de su construcción, pero lleva aparejado el rápido deterioro en estos edificios, por la fragilidad de la madera en cuanto a inclemencias del tiempo.
Se encuentra muy deteriorada casi en ruinas, pero es muy interesante de ver, aún en dichas circunstancias.
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