Descripción
A pesar de que dentro del término del antiguo castillo de Nules, encontramos vestigios de civilizaciones anteriores –Tosal, Benicató, Alcudia, Torre Mocha, Santa Bárbara– hasta el año 1178 no está documentado el topónimo de esta población de la Plana. El 28 de noviembre de dicho año, al redactarse el acta de dotación de la catedral de Tortosa, se dejó constancia de que "Nullis cum suis terminis" se hallaban dentro de los límites de la diócesis. En 1238 los árabes del castillo de Nules –actual Villavieja– se rindieron a Jaime I de Aragón y el 16 de septiembre de 1251, el Rey Conquistador lo donó al noble catalán Guillermo Ramón de Moncada. El día 20 de agosto de 1273, Jaime I concedía a Guillermo Ramón de Moncada privilegio para traer hasta el término del castillo de Nules el agua del Mijares, lo que hizo posible la transformación de grandes zonas del término en huerta y como consecuencia, el establecimiento de un importante grupo de pobladores. El 8 de octubre de 1316 el rey Jaime II confirmó la venta que Ramón de Moncada había hecho a su yerno, Gilabert de Centelles, del castillo y término de Nules. Debido a la gran influencia de Gilabert de Centelles y Moncada en la corte de Pedro el Ceremonioso, el señor de Nules alcanzó de dicho monarca la confirmación del derecho de aguas y celebración de mercado, así como el privilegio de tener un embarcadero en la playa de Nules y la celebración de una feria anual de quince días. Durante la época de Martín el Humano, la villa de Nules era lugar de refugio del bando de los Centelles; por esta razón el Rey la pasó a jurisdicción real, aunque por poco tiempo. Después de la muerte del rey Martín, los Centelles apoyaron al castellano Fernando de Antequera, siendo el señor de Nules quien dirigía las tropas que, en la batalla de Murviedro, derrotaron a los partidarios de Jaime de Urgel, dirigidos por el gobernador de Valencia. Durante la guerra de las Germanías, Nules fue cuartel general de las tropas realistas y base de partida en la guerra contra los moriscos de la Sierra de Espadán en 1526. A mediados del siglo XVI, la villa de Nules inició un pleito contra los condes de Oliva, con la finalidad de pasar a la jurisdicción real; lo cual se logró el 24 de septiembre de 1582. Con la expulsión de los moriscos, perdió casi la tercera parte de su población y las cargas tributarias tuvieron que afrontarlas los vecinos de Nules y los nuevos pobladores. Esto sirvió de excusa para devolver la Baronía a la jurisdicción de sus antiguos señores, con el título de Marquesado de Nules. En 1614, Felipe III dio a Cristóbal de Centelles el mero imperio. Durante la Guerra de Sucesión, Nules fue una de las poblaciones del antiguo Reino de Valencia que se mantuvo fiel a Felipe V, y aunque por miedo a repesalias se rindió a los austracistas en 1706,1 en cuanto pudo volvió al bando borbónico, por lo que el 26 de mayo de 1709, la Reina Gobernadora, María Luisa Gabriela de Saboya, esposa de Felipe V, concedió a la localidad los títulos de Muy Leal y Fidelísima, "por la fidelidad que ha mantenido y ejecutado en mis servicios".2 En 1755, el señorío pasó a manos de Vicent Català i Castellví, también marqués de Quirra, y en el siglo XIX perteneció al conde de Cervelló. En la Guerra de la Independencia, la población fue asaltada por las tropas del general Suchet. En el tercer cuarto del siglo XIX incorporó a la desde entonces pedanía de Mascarell, que tenía 380 habitantes en 1860. En 1938, la población quedó totalmente arrasada al convertirse en frente de combate. Al ser bombardeada por el general Franco dado su posición estratégica en la zona, antes de su destrucción la ciudad fue evacuada por el bando republicano ya que iba a ser frente de batalla para tratar de parar el avance de las fuerzas fascistas. En el año 2004, 7 de septiembre, una fuerte tormenta eléctrica deja 193 litros por metro cuadrado y desborda el barranco de la Serraleta, dejando anegada la mayor parte de la ciudad y poblados marítimos.