Palacio típico del Renacimiento aragonés. El palacio de los Osset fue construido en el siglo XVI por la familia Miró, vinculada a los condes del Pallars y La Ribagorça, antiguos señores territoriales, y convertido en su casa solariega. Fue vendido a los Osset de Cantavieja a mediados del siglo XVIII, y cedido a la villa a principios del siglo XX. Destaca por su bello alero de madera y los 36 arcos de su piso más alto, característica típica de la arquitectura aragonesa. Se halla rehabilitado y alberga actualmente un establecimiento hotelero.