Se trata de un antiguo edificio de origen civil construido por la Orden de Montesa en el siglo XIV, destinado al comercio al por mayor de la lana producida en el Maestrazgo, fuente de poder económico en la baja Edad Media.
En el año 1806, tal y como se muestra en la inscripción de su dintel de entrada, con una serie de ampliaciones y reformas el edificio se convierte en templo religiosos dedicado a la advocación de San Sebastián, patrono del municipio.
Conserva un gran salón rectangular distribuido en 3 naves divididas por arcos irregulares de medio punto y de ojiva sobre pilares octogonales. Edificio singular en toda la Comunidad Valenciana, ha sido rehabilitado recientemente.