Se trata de una extensión de 2000 m. de grava y arena dorada, que suele presentar un oleaje moderado.
Se encuentra en una zona semiurbana, se puede acceder en coche. Pero es una zona protegida como Paraje Natural para la recuperación de cordones dunares y la vegetación propia del entorno. No cumple los requisitos para obtener la bandera azul, aunque es apta para la práctica de cualquier deporte acuático.
Como infraestructuras tiene servicio de limpieza, duchas y zona infantil. Se puede encontrar establecimiento de restauración.
En su entorno se cuentan cuatro torres de defensa entre las que sobresale Torre la Sal, que desde su peculiar situación, rodeada por un bosquecillo de eucaliptos, da nombre a esta playa de transparentes aguas.