Se inauguró el 6 de junio de 1930. Se levantó en el paraje conocido como cerro de la Piedra Gorda, fuera del casco urbano. La imagen del Sagrado Corazón es de granito y se eleva sobre un podio del mismo material.
El espacio está cerrado por un murete de piedra y mampuesto y hermoseado por diversas plantas y árboles. Por su elevación resulta un mirador privilegiado, desde el que se pueden contemplar la Tierra de Barros a levante, la Sierra de Tudía y las de Aracena y Picos de Aroche al sur y al suroeste, y al oeste y norte poblaciones como Fregenal o Zafra y su Sierra del Castellar. Amaneceres y atardeceres se hacen espectaculares desde la altura que propicia igualmente excelentes panorámicas nocturnas.