Descripción
Rodeada de un paisaje serrano de dehesa, los árabes la bautizaron como el país de los alcornoques (Abu-al-Qurq). También podía haber sido el origen de su nombre, en que el primitivo castillo fuera construido como una torre de fuego, es decir un bury musulmán (al-bury-querque). La localidad da nombre a uno de los Señoríos laicos extremeños mas antiguos.
Su situación estratégica la convirtieron en protagonista de cuantos conflictos surgieron en la zona. Dejando como huella de estos tiempos la ciudad fortificada y custodiada por su castillo y su perímetro amurallado, formado por cuatro defensas escalonadas, de las que todavía se conservan parte.
Siendo el enclave musulmán es reconquistado en el año 1166 por las tropas del rey Fernando II de León y del rey Alonso de Portugal. Fernando II la dona a la Orden de Santiago en el año 1177 cayendo poco después, en el año 1184, en manos musulmanas. Ganándola de nuevo el rey Alfonso IX de León dura poco en sus manos pues vuelve a caer en poder musulmán. En el año 1218 El caballero Alfonso Tellez conquistó la fortaleza, en el nombre del rey Fernando III el Santo, quien le cedió el enclave con la intención de repoblar la zona.
Don Alonso Téllez de Meneses, estaba a la sazón casado con doña Teresa Sánchez hija esta del rey Sancho I de Portugal, y desde entonces los señores de Alburquerque participaron activamente en la vida política del reino, llegando a emparentar con la monarquía. Se convirtió en Ducado de la Corona en 1464
La nieta de ambos doña Teresa Meneses, casada con don Alonso Sánchez hijo del rey Dionis de Portugal, es quien manda en el año 1276 construir tanto las murallas, tardando 30 años en concluir las obras, como reformar la fortaleza.
En el año 1354, el rey Pedro I el Cruel intentó tomarla sin conseguirlo tras ponerle sitio. Pasa a la Corona de Castilla y es Enrique II el de las Mercedes quien la cede a su hermano don Sancho haciéndole merced del título de conde de Alburquerque en 1373.
En el año 1395 sufre sitio la fortaleza por parte de tropas portuguesas al mando del gran maestre de la Orden de Avis, don Juan.
En el año 1432 la Corona, reinando Juan II, cede la fortaleza a don Álvaro de Luna, maestre de la Orden de Santiago, quien realizó reformas en la misma. Confiscadas sus posesiones tras su apresamiento y muerte, la Corona reinando Enrique IV el Impotente, en el año 1465 dona el señorío a don Beltrán de la Cueva, maestre de Santiago, que será el primer duque de Alburquerque cuya merced fue concedida por el rey. Don Beltrán al igual que su antecesor también acometió reformas en la fortaleza.
En el siglo XVI tuvo su relevancia al anexionarse Felipe II el reino de Portugal como lugar de frontera que era. Es ocupada por tropas portuguesas en el año 1703, siendo restituido por el gobierno lusitano en 1715, en esta época se realizan obras de adaptación de la fortaleza a la artillería. Sufre distintos ataques en las diversas guerras que tuvieron lugar en los siguientes siglos.
En el año 1924 es declarado Monumento Nacional siendo reconstruido después de la guerra Civil y restaurado en diversas ocasiones.
Este enclave se caracteriza sobre todo por su poderoso castillo. El bastión, erigido sobre una afilada crestería rocosa situada en plena Sierra de San Pedro, domina los territorios circundantes hacia la frontera de Portugal y resguarda la población que se asienta sobre el otro lado del cerro.
Los panoramas que se divisan desde su formidable atalaya resultan impresionantes, avistándose los días claros Badajoz, Elvas, Campomayor, Marvao y otras localidades.