En torno al día 12 de agosto, podemos observar partículas que deja el cometa Swift-Tuttle, el cual deja una lluvia de estrellas también llamada "Lágrimas de San Lorenzo".
Pueden llegarse a captar visualmente hasta un centenar de estrellas fugaces por hora. Para conseguir este resultado se debe posicionar en un lugar lejano de la ciudad o en lugares donde la contaminación lumínica es baja, para que nada impida observarlas. Por ese motivo, la Ermita Nueva de San Isidro es un lugar ideal para disfrutar de ellas.