Descripción
Carcelén es una pequeña población situada en la comarca natural de la Manchuela a unos 50km de Albacete dirección sureste. Su término municipal, que incluye la pedanía de Casas de Juan Gil, destaca por su riqueza paisajística, historia y cultura. La población actual es de 600 habitantes aproximadamente. Esta rodeado por los términos municipales de Alpera, Alatoz, Alcalá de Júcar, Casa de Ves y Villa de Ves. El acceso más cómodo desde Albacete se hace por la CM-322, pasando por la Felipa, Casas de Juan Núñez y Alatoz. Siendo su casco urbano el más alto de la comarca, a unos 911m de altitud, se sitúa al abrigo de dos grandes montes denominados “Las Muelas de Carcelén”, a más de 1125m de altitud. Su término, de algo más de 75km2, es en gran parte de sierra, rodeado de grandes extensiones de almendros, oliveras y un autentico tesoro ambiental con diversidad de flora y fauna, destacando una gran variedad de plantas aromáticas. Los pinos, la carrasca y la sabina aparecen en mayor parte, así como el matorral mediterráneo, que no pierde su color en el otoño e invierno, para reavivar los campos en primavera. En general es una vegetación adaptada a las condiciones extremas del clima mediterráneo que rodea la zona, con veranos calurosos y secos e inviernos fríos y húmedos. Carcelén carece de recursos hídricos importantes, aunque tiene un nivel freático elevado que permite la absorción del agua, lo que genera reservas subterráneas de gran importancia para el consumo del municipio .Cabe destacar Rambla de Carcelén, que pertenece a la cuenca hidrográfica de Júcar. La mayoría de cultivos son de secano (avena, trigo, cebada) y de regadío (en gran parte de maíz y en menor medida de girasol). Lo más destacado es el cultivo de azafrán, muy valorado en nuestras mesas por sus múltiples propiedades. Otra fuente de ingreso es la ganadería. Esta desconocida zona aporta al visitante el encanto de una antigua villa, el hospitalario carácter de su gente, la diversidad de sus tradiciones y folclore, así como los placeres de su artesana gastronomía, junto con los acogedores paisajes de los parajes de su término municipal. Todo esto unido a la caza mayor y menor generan unas gratificantes sensaciones que generan el deseo de volver a disfrutar de otras jornadas de descanso en estas tranquilas tierras.