Villas marineras en Cataluña
En el litoral mediterráneo también pueden encontrarse pintorescas villas marineras que aún conservan en cierta medida su espíritu de pueblecitos pesqueros. Playas infinitas a lo largo de toda la costa y un mar azul que invita a disfrutar del baño. No hay mejor lugar para preparar una corta escapada o planear unas vacaciones veraniegas.
Calella de Palafrugell
No sin motivo Josep Pla ensalzaba Calella de Palafrugell en su obra y alababa su gran belleza. Esta pintoresca localidad de la Costa Brava, situada en el Baix Empordà, en Girona, ha conservado su encanto y personalidad gracias a sus calles empedradas y estrechas, sus típicas casas de pescadores a orillas del mar cubiertas de inclinada teja y sus calas y bosques mediterráneos que la rodean.
Sin duda es uno de los pequeños rincones que han resistido las grandes construcciones de apartamentos y, aunque es un destino muy popular entre los turistas sobretodo durante los meses de verano, su fisionomía bien conservada le han permitido mantener un ambiente íntimo y acogedor. Con ocho calas y playas unidas por el Camí de Ronda, recomendable para aquellos que buscan unas buenas vistas o un sendero que recorrer.
Calella cuenta con dos eventos clave: en julio y agosto se celebra el Festival de Cap Roig en el Jardín Botánico de Cap Roig y el Concierto de Habaneras, celebrado anualmente en la Playa de Port Bo el primer sábado de julio desde 1966. Este último, en particular, es el pistoletazo de salida para la temporada alta turística en Cataluña.
Calella de Palafrugell cuenta con varios hoteles de una calidad excelente que permite a los turistas disfrutar del pueblo y de sus fantásticas vistas al mar como por ejemplo el Hotel Sant Roc, uno de los primeros en abrir durante la década de los 50, o el Hotel Alga.
Cadaqués
También en la Costa Brava, después de ascender y descender por un camino zigzagueante encontramos un blanco pueblo que a pesar de ser reservado y encontrarse escondido entre las montañas resulta muy entrañable, habiendo sabido mantener su esencia a pesar de su creciente popularidad y el influjo de turistas.
Cadaqués es lo suficientemente compacto como para poder ser recorrido en un solo día, pero es recomendable que os toméis vuestro tiempo y disfrutéis de sus estrechas y empinadas callejuelas, pavimentadas con piedras recogidas en la orilla y moldeadas por el oleaje, lo que se conoce como El Rastell. Empezando por el paseo Marítimo y adentrándonos en el pueblo, podemos subir hasta alcanzar su epicentro: el casco antiguo, repleto de buganvillias, desprovisto de coches y coronado por la iglesia de Santa María. Las vistas desde arriba son espléndidas, pudiéndose ver la bahía, el islote Es Cucurucuc y hasta el faro Cala Nans al sur.
Un poquito antes de Cadaqués, habremos pasado por Portlligat, conocido por ser el lugar donde el renombrado pintor Salvador Dalí había pasado gran parte de su vida, de donde había extraído su inspiración. La casa del pintor es ahora un museo, conservada en excelentes condiciones tal cual se quedó tras morir su mujer Gala.
Sitges
Sitges no es un destino ajeno para los turistas. Esta cosmopolita ciudad llena de galerías de arte, tiendas y buenos restaurantes tiene una agenda social repleta de actividades y nuevas experiencias en cualquier época del año. Cierto es que frente a los dos municipios anteriores, Sitges está bastante más concurrida, sobretodo durante sus múltiples celebraciones cuando parece que en las cales no cabe ni un alfiler. Pero, a pesar de esto, en Sitges hay mucho que ver. La ciudad se puede disfrutar también dando un paseo y buscando las múltiples pinceladas del legado modernista que tiene por su casco antiguo.
Ya sea durante el mes de abril, cuando la ciudad te invita a deleitar tu paladar con la ruta gastronómica Tapa a Tapa; el 18 de Mayo por el día Internacional de los Museos; en junio cuando las calles de la ciudad se cubren de miles de pétalos de colores para celebrar el Corpus Christi; en agosto para celebrar la Fiesta Mayor de Sitges, completa con el olor a pólvora en el aire el día 22 por los fuegos artificiales multicolor y los bailes tradicionales; o en octubre, con la celebración de Sitges Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, esta vibrante ciudad siempre tiene algún plan.
Sitges ha sido punto de encuentro de muchos artistas del Modernismo en busca de un lugar de vacaciones en el que inspirarse gracias a sus aguas azules, casas de blanco brillante y bonitas vistas, al igual que una zona muy atractiva para ricos comerciantes. Fue sellada, además, como un lugar para los intelectuales europeos cuando a finales el siglo XIX Picasso y artistas similares comenzaron a escoger Sitges para pasar sus temporadas vacacionales.
El tiempo de Sitges también favorece (y mucho) que su agenda de actividades se mantenga llena. Se dice que Sitges tiene su propio microclima pues, aunque en Barcelona haya mal temporal, en Sitges puede estar completamente despejado. Su posición privilegiada en el macizo de Garraf hace que la propia cordillera actue como una barrera natural que no deja que los vientos fríos penetren en la ciudad y produzca veranos suaves y días soleados.
Poder disfrutar de la esencia de un pueblecito marinero es una maravilla. Tanto si quieres experimentar el litoral mediterráneo de una forma más íntima y tranquila como si quieres disfrutar de noches bulliciosas y rodearte de gente.
Por Alexandra Preda, a 9-11-2020
Fuente de información:
lavanguardia.com traveler.es guias-viajar.com lavanguardia.com
