El Turismo Rural en España
El turismo rural, es un sector emergente que ha adquirido gran importancia en los últimos años, sobre todo por sus actuaciones en la diversificación de las economías de las localidades rurales y por los efectos que tienen a la hora de la dinamización de estos destinos, por lo que se ha convertido en un elemento que permite la recuperación del patrimonio natural, provocando que el turismo rural sea una de las tipologías turísticas que más ha crecido en Europa (Clark & Chabrel, 2007), siendo en la Europa Occidental una actividad consolidada y de larga tradición. En cambio, en los países mediterráneos se trata de una actividad en plena expansión y en la Europa Oriental (OMT, 2004).
El medio rural se está convirtiendo en una tipología que cada vez cobra más importancia para el turismo en España, ya que el medio natural se considera como un recurso capaz de dinamizar la actividad, y en consecuencia debe cuidarse; es habitual que los propietarios señalan que el turismo rural ayuda a mantener los recursos naturales (Carlsen, 2001). Asimismo, desde ya hace años que ha ido creciendo, ya que como comenta el artículo Turismo rural en España: Avances y retrocesos, “el turismo rural en España en los últimos años a experimentado un crecimiento espectacular en la oferta como en la demanda”, respecto a la oferta hotelera que siempre destacaba sobre los alojamientos rurales.
Queda en claro que sigue siendo un medio que aún tiene que desarrollarse, y más cuando estamos en una etapa que el antiguo modelo de sol y playa o bien el modelo urbano se agota, por lo que muchos turistas nacional e internacional, comenzará a alejarse del consumo de productos masificados y demandará nuevos productos y nuevas sensaciones, transformándose en ese “nuevo turista” post-fordista (Urry, 1994), siendo el medio rural una alternativa, en búsqueda de necesidades que asocian al medio como la desconexión, la naturaleza, la libertad e incluso mejoras para la salud, que en lugares urbanizados no podrían encontrar, por lo que provoca que dentro del medio se produzca una potenciación de nuevos turismos, como el turismo cultural, gastronómico, patrimonial, etnográfico y otros, que responden a una necesidad de diversificación del sector y del consumidor nacional e internacional. (Cánoves, et al. 2004).
Por otro lado, el medio rural al ser un producto emergente y con gran potencialidad a la hora de vender diferentes tipologías turísticas, tiene que evolucionar y adaptarse a los cambios como todos los productos, algo que en principios es complicado ya que al medio rural no lo asociamos por el uso de la tecnológica o medios necesarios para ello, aunque puede gestionarlo a su manera. De este modo el medio rural deberá adaptarse a los cambios en las tendencias y gustos, para así poder evolucionar con un segmento que cada vez es mucho más significativo dentro de la demanda, ya que estos buscaran una mayor autenticidad en el producto que oferten, así como una mayor calidad en su oferta, ya sea en sus servicios o en calidad medioambiental buscando una mayor autenticidad del producto, otorgándoles esa diferenciación respecto a destinos más urbanizados, configurando al medio rural como un ámbito perfecto para desarrollar una amplia gama de iniciativas y actividades, desde un enfoque claramente activo, dinámico y creador. Por eso es de gran importancia saber dar valor a este medio, ejemplo de ello es el de crear un distintivo de calidad en las casas rurales, con un valor de 1 a 5 estrellas (verdes).
Por Esteban Abad, a 8-3-2023