Málaga se caracteriza por sus impresionantes plazas y jardines, monumentos de diferentes estilos artísticos y huellas de la presencia de la civilización romana y musulmana. Hoy, sin embargo, vamos a centrarnos en tres de sus pueblos, con sus casas pintadas de blanco radiante, sus calles estrechas y empedradas y su encanto malagueño único.
La ciudad de Ronda, pintoresca y romántica, ha enamorado a muchos. Escritores y poetas mundialmente famosos como Hemingway y Rainer han quedado maravillados con sus encantos, sus maravillosas vistas panorámicas y su famoso Puente Nuevo.
Roda está situada en una meseta a unos 750 metros sobre el nivel del mar, encima del Tajo de Ronda, un impresionante desfiladero por el cual discurre el río Guadalevín. Al sur del Guadalevín se encuentra el casco antiguo de la ciudad, cuya fisionomía no deja dudas sobre su herencia árabe y medieval, y en la parte norte, la mitad que se edificó después del siglo XVI. Estas dos piezas que completan el conjunto de Roda están enlazadas entre sí por tres puentes (Puente Árabe, Puente Viejo, Puente Nuevo) que hacen de "la ciudad de los castillos" una de las más bonitas y más interesantes de la ruta de Los Pueblos Blancos.
Las dos mitad de la ciudad (la parte "nueva" y la parte "vieja"), están unidas por el maravilloso Puente Nuevo, protagonista de todas las postales e imágenes de Roda y que se alza a unos 100 metros de altura sobre el barranco. La ciudad está llena de maravillosas construcciones que ilustran una variedad de periodos arquitectónicos. Desde Las Casas Colgantes que se asoman a las dos orillas del desfiladero y miran hacia los baños árabes, hasta La Casa del Rey Moro, una casa-palacio del siglo XVIII una estructura interior irregular y laberíntica, repleta de escaleras y pasillos.
Cabe destacar también la Plaza de Toros de Roda, situada en pleno centro de la ciudad y construida en el siglo XVIII según un proyecto del mismo arquitecto que diseñó el Puente Nuevo. Esta plaza destaca por ser la más antigua de España y ser considerada una de las cunas de la tauromaquia moderna. Tiene capacidad para 5.000 personas y su graderío está totalmente cubierto para proteger del intenso sol malagueño.
Frigiliana, un pueblo blanco y radinate de la comarca de la Axarquía en Málaga, situado a pocos kilómetros de la costa del mediterráneo es uno de los pueblos más bonitos de toda España. Con su buen clima, sus preciosas calles, su cercanía a la costa pero también a la sierra y su ambiente agrabable pero cosmopolita, Frigiliana invita a quedarse más allá de un par de días. Quizás sea por eso que un tercio de sus habitantes son extranjeros que han quedado prendados de sus encantos y han decidido cambiar de ritmo de vida.
El impoluto blanco de Frigiliana únicamente es interrumpido por toques de color en las macetas y las flores que adornan cada pequeño rincón y en las diferentes tonalidades de verdes o azules con las que los vecinos han pintado sus puertas y ventanas, creando un precioso contraste con el blanco. Además, este pintoresco y entrañable pueblo está repleto de esquinas secretas y de rincones escondidos que pueden transportarte a otra época, ya sea debido a las pequeñas callejuelas que serpentean entre las casas o a alguna fuente con símbolos cristianos o incluso árabes y judíos, parte esencial de la historia de Frigiliana.
Lo artesano es muy apreciado en este pueblo así que por sus calles no resulta dificil avistar pequeños comercios dedicados al esparto, la arcilla, el cristal o la lana. Pero, sin lugar a dudas, el producto estrella de Frigiliana y su seña de identidad es la miel de caña producida en Ingenio Nuestra Señora del Carmen, la única fábrica de miel de caña de toda europa. En esta zona también es muy popular el mango, que en Frigiliana han sabido adaptar muy bien a su gastronomía, creando desde licores a mermeladas, pero también el chocolate artesano.
Nerja no es en absoluto desconocida para aquellos que siguieron Verano Azul y las aventuras de Chanquete y la pandilla. A pesar de que el espíritu de la serie ha impregnado cada rincón de Nerja de forma permanente, hoy en día la ciudad es un destino turístico de primera categoría para muchos extranjeros que nunca han escuchado hablar de aquella exitosa serie de televisión de los años 80 pero que buscan el clima subtropical y los días soleados (en Nerja, más de 320 días al año), ideales para la relajación y el disfrute de todo tipo de actividades acuáticas.
Entre las numerosas actividades que ofrece la ciudad, tenemos desde paseos en barco a excursiones en Kayak y visitas por la Cueva de Nerja, de lo más espectaular de España, declarada Bien de Interés Cultural en 2006 y una autentica maravilla natural, completa con manifestaciones de arte rupestre que no están abiertas al público y con estalactitas y estalagmitas. En la cueva incluso se organizan conciertos en época estival.
Nerja tiene más puntos de interés que resultan emblemáticos a nivel nacional, uno de ellos siendo el Balcón de Europa, un mirador desde el cual se puede observar cómo el mediterraneo se extiende más allá del horizonte gracias a su posición en lo alto de un promontorio. El mirador fue bautizado con ese nombre ya que al asomarse a él el rey Alfonso XII en 1885 y observar el escenario, este quedó cautivado y tuvo la sensación de que ahí acababa Europa y si se pudiera observar más allá, se avistarían las costas de África.
Bajo este maravilloso mirador podemos encontar una estatua del personaje de Verano Azul, Chanquete. Junto a la estatua, una placa con las palabras: “En homenaje a Chanquete, el viejo pescador de aquel Verano Azul, en Nerja queremos recordarte siempre cerca de la mar, nuestro mar”.
Aunque es desaconsejable visitar Málaga en verano si no soportas muy bien el calor, definitivamente deberías aprovechar los meses de primavera u otoño para disfrutar del buen tiempo y temperaturas más suaves que te permitirán perdere por las calles de estos municipios y explorar tanto como desees.
Por Alexandra Preda, a 12-11-2020
Fuente de información:
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