Por Josilaine de Oliveira, a 2-2-2017
¡Por fin empezamos el camino! Después de tenerlo todo preparado, llegó la hora de coger la mochila y empezar a caminar.
Primera etapa: Tui-O Porriño
No hay ningún tipo de conexión directa hasta la ciudad de Tui, que es donde se empieza el último tramo a Santiago, así que lo que hice fue coger el avión hasta Oporto y desde el aeropuerto un autobús con destino a Vigo, y hay que bajarse en Valença do Minho. El autobús cuesta alrededor de unos 8 euros y suele salir a cada dos o tres horas. Tienes que tener en cuenta que en Portugal es una hora menos, así que cambiate el horario en el móvil para que no se te pase la hora del autobús.
Una vez llegas a Valença, tienes que buscar las señales, ya que el autobús no te deja cerca de una señalización. Lo más práctico es preguntar sobre el Puente Internacional y te indicarán sin problemas. El puente cruza el río Miño y hace de enlace entre España y Portugal. Una vez cruzas el puente, ves un cartel enrome del camino de Santiago y te sentirás completamente un peregrino. El camino te lleva al centro de Tui, donde encontramos la catedral y la TouristInfo. Si no tenéis la credencial la podéis comprar en uno de los dos lugares sin problemas.
Esta primera etapa es de unos 19km y no hay un desnivel importante, lo único que tenemos que tener en cuenta es el itinerario alternativo que está muy bien señalizado. El camino original pasa por el polígono industrial As Gándaras y la verdad es que se te hace larga y aburrida. El itinerario alternativo te lleva entre los bosques y al lado de un río, el que siempre tenemos que tener a la derecha y no cruzarlo. Al final del sendero nos encontraremos el albergue de peregrinos de O Porriño, que para mí, es uno de los más bonitos porque está entre el bosque y la ciudad.
Segunda etapa: O Porriño- Redondela
Nos despertamos con ganas y emprendemos nuestro viaje camino a Redondela. Este tramo es el más corto (unos 15km) pero tiene un desnivel de más de 140m desde el albergue de Mos hasta la capilla de Santiaguiño de Antas. Desde este punto ya viene una bajada hasta Redondela.
Si al final decides ir en verano, una vez llegas al albergue puedes ir a la playa de Cesantes y darte un baño o relajarte en la arena. Es una playa muy tranquila y lo que me sorprendió es que el tipo de arena que tiene es muy distinta a la arena de las playas de la Comunidad Valenciana. Es una arena que no se te queda totalmente pegada a los pies cuando vas caminando por la orilla. Como hacía bastante aire el día que estuve, pude disfrutar de los deportistas haciendo kitesurf, y de las vistas a la Isla de San Simón, a la que se puede acceder cogiendo un barco o catamarán. Otra cosa que me llamó bastante la atención es que en los bares, si te pides algo para beber, te sacan también cacahuetes, aceitunas y un pequeño bocadillo para compartir. Por cierto, no debemos olvidarnos nunca de cuñar nuestra credencial.
¿Te has quedado con ganas de más? Pues estate atento al próximo artículo donde seguiremos la ruta del Camino de Santiago portugués.
Por Josilaine de Oliveira, a 2-2-2017